Bailando con el vaivén de las ondas,
que tus suspiros me provocan.
Despiertas la magia que yacen en tus pupilas, clavando con tu mirada, la poesía que en mi pecho se ahonda.
Naufragando entre versos efímeros,
que se ocutan en tu boca.
Me convierto en tu náufrago eterno,
que aprende a recitarte prosas, que se vuelven cada vez más hermosas.
No es mañana cuando deberías estar haciéndolo. ¡Apresúrate antes de que raye el alba! Después será el momento en que, todo ser humano, deberá sentirse realizado por completo.
Seguidores
jueves, 15 de diciembre de 2016
Poesía para él

Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario