Y en esos días donde todo está gris, y no puedes evitar que la lluvia se presente, y mucho menos saber cuando se detendrá definitivamente, el alma llora desconsoladamente. En medio de la tormenta, tal vez puedas alcanzar a ver un relámpago, pero el enigma siempre estará en saber cuando escucharás el trueno.
Tan dudosa es la vida, que a veces no sabes si llevar paraguas o si dejar que te empape sin consuelo.
Y vamos caminando semi moribundos, atormentados por infinitas nubes pasajeras, nubes grises que hoy están y mañana se esfumarán. Pero es el agua que purifica el alma, la misma que nos hace más fuerte, pero la que aún nos duele a través del tiempo sin importar que solo nos moje una vez en la vida, sin importar que estaremos secos nuevamente.
No es mañana cuando deberías estar haciéndolo. ¡Apresúrate antes de que raye el alba! Después será el momento en que, todo ser humano, deberá sentirse realizado por completo.
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domingo, 2 de abril de 2017
Tormenta

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