Seguidores

jueves, 5 de mayo de 2022

Verso XLVII

Intenté llegar a tu vida, pero no me viste venir.
Nos cruzamos con las miradas, pero no tenías esa luz que alguna vez percibí.
¿Será qué esperé demaciado de vos como para pensar que iba a ser recíproco?
Y me fuí lentamente mirando hacia el frente, sin bajar la mirada.
No me decepcioné, porque ya me lo venía venir.
Ya estaba preparado para esto. 
Y no me da miedo regresar a los brazos de la soledad.
Después de todo, ahí aprendí a quererme.
A sanar las heridas con mi propia superación.
Dónde alguien ve basura, recuerda que será oro para alguien más.
Y no es que depende de alguien más para brillar.
No soy la mitad de nadie ni la pieza faltante de un corazón roto. 
No soy la luz para nadie ni ejemplo a seguir. Pero al menos soy sincero en lo que te ofrezco. 
Prefiero perderme en mi locura a qué vivir en el manicomio de alguien más.
Prefiero seguir de largo, con una lágrima que se me escape por pecar de estúpido a qué, llorar por no alcanzar jamás a alguien que está a mí lado, pero que no me dejará acercarme más.


miércoles, 4 de mayo de 2022

Verso XLVI

Si pudiera tocar el fondo de tu ser, para extirpar tus complejos. Si pudiera demostrarte que no hay nada malo contigo, como para permanecer anclado a ellos. Que mereces más que esas cadenas con las que te atas. Que vales más que lo que te dijeron o te hicieron creer. 
Pero no me dejas paser, y como el espíritu Santo estoy, en la espera, detrás de la puerta. 

martes, 3 de mayo de 2022

Verso XLV (elegir)

Si no vas a apostar a tu propia felicidad, entonces no juegues con mi tiempo. Si no quieres que te valoren como persona, entonces no busques en mí, algo más que no sea un alma desnuda, que revela su esencia, sin nada que ocultarte.
No soy la brújula de tus pasatiempos ni la guía de tus fantasias. Si tienes miedo, perderás una oportunidad más. Porque tiempo hay de sobra, pero soy yo quien no está para perderlo. Hoy estoy, pero mañana tal vez no. Tus miedos te detienen y le ponen frenos a tu ilusión. Tu inseguridad te manipula, tu incertidumbre te mantiene estancado. Y cuando quieras dar el paso decisivo, ya vas a estar tan enterrado que, ya me habré alejado lo suficiente, como para no engañarme una vez más. Porque ya corte mis alas hace tiempo, pero nunca deje de soñar con volar. Y no volveré a ser prisionero nunca más por nadie, ni a perder mis esperanzas por alguien que yace en total oscuridad por mere voluntad. 
Tira la última moneda por los aires, y yo te felicitaré la elección, de tener que quedarme o partir. 
Elige que prefieres perder... Tus miedos o una posibilidad de entre miles, de poder ser felíz.