Experta en ser trapecista; oxila mi alma y mi ser, entre la ansiedad y la desesperación, manteniendo en equilibrio el peso de la malicia y de la gracia, de toda la vida sobre mis hombros y de mi corazón.
Intentando no caer en la frustración y amargura por el "no poder" y "no lo lograré", mantengo la mirada fija hacia mis sueños, tratando de no limitarme con todo lo que realmente puedo hacer.
Me carcome por dentro la impotencia, al ver a la miseria por excelencia, contratada para bajar, por siempre, las miradas de todos los demás.
Me devora por dentro la abrumadora realidad, plagada de parásitos como la ira, el orgullo, la codicia y la vanidad.
Y si lees entre líneas, en la mirada de la sociedad, encontrarás entre los siete, un sin fin de pecados capitales que se alejan de la poca humanidad,
Arraigados a la carne del alma,
Preparados para despertar y batallar en lo que sea que ocurra al final.
Cada cual decide como seguir a flote en su propio vaso de agua, remando para no ahogarse en el caudal.
Cada quien elije si se ahoga solo en su lucha, o si muere por acudir a ayudar a alguien que ya no puede remar.
Cada quien elegirá al final; si es undido por confiar demaciado, o si será capaz de lidiar con la culpa, por ver ahogarse a otros, y sin hacer nada.
Cada quién sabrá si al final cruzará su mar, su tormenta y su desierto, en la eterna soledad o en una compañía grata.
Y mientras voy remando, cincuenta partes de mí, pelean entre ellas, pora tomar una decisión fundamental.
Para saber si estoy haciendo lo correcto, o si afectaré al prójimo con mi actuar.
Si pondré contento a alguien, o si no debería pensar en los demás.
Para compararme con otros, o para demostrar hasta donde puedo llegar.
Para ser el mejor entre los mejores, o simplemente, ser uno más.
Para vengar al pasado que nunca pasó, o para triunfar sobre el futuro que alguien una vez anheló.
Para consiliarnos con la esperanza, o apostarlo todo, por ese cambio que nunca sucederá.
Y mientras uno sigue remando, para algún día ser lo que quiera ser y hacer lo que crea correcto hacer, debe luchar contra sí mismo, para no volverse una copia barata de la sociedad. O para atreverse a ser ese revolucionario, que se oponga a todo aquello establecido, y que su creencia le diga que está mal.
Remar para ser o no ser.
Remar para mejorar o empeorar.
Remar para significar bien o maldad.
Remar para lograr algo o aniquilar.
Remar para sembrar o para quemar.
Remar para enseñar a vivir o matar.
No es mañana cuando deberías estar haciéndolo. ¡Apresúrate antes de que raye el alba! Después será el momento en que, todo ser humano, deberá sentirse realizado por completo.
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lunes, 3 de julio de 2017
Remar
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