Seguidores

sábado, 8 de septiembre de 2018

Poesía IV

Me he obligado a mi mismo, a lanzarme desde mi angustia, para caer en picada, hacia los lugares más oscuros de mi memoria. Pero traigo puesto paracaídas en mis momentos despiadados, y no puedo evitar perderme, en los jardines de mis hermosos instantes.
La presión me ahoga, pero siempre salgo a flote de sus inútiles intenciones.
Arañando mis neuronas, tratan de despertarme. Pero nadie detiene a un caballo libre, que galopa por su libertad.
Aunque me golpeen como fieras, con sus argumentos triviales, y me querían convencer con orgullo. No hay nada, que me impida salir corriendo, en busca de mi propia verdad. 
Mi camino va trazado a mi semejanza. Y no podrán dirigir la brújula que yace encarnada a mi voluntad. Podrá faltarme su compañía, pero cuando esté solo, el aire no me va a faltar.

domingo, 2 de septiembre de 2018

Tiempos virtuales

Con la cabeza en alto y mi orgullo en "modo avión", voy soñando despierto, mientras quito la "visibilidad" de mi vida, para quienes me dejaron sin consuelo.
Con un cigarrillo, voy a sasiar este momento autodestructivo, por si en una fantasía efímera, me pierdo. Porque de vos aún no me olvido. Porque nuestros corazones, yacen en "línea" en simultáneo.
Y con el corazón, expuesto sobre una mano, y el puñal en la otra, le doy "like" a la batalla para torturarlo.
Caen "recuerdos" fugaces, que se estampan contra mi insignificante realidad. Me dejan como un loco, "googleando" los tiempos que vivimos, en aquellas tardes de mates.
Siempre estuve enamorado de la "selfie" de tu sonrisa, del "me encanta, de tu voz.
Con los auriculares puestos, a todo volumen, recito los versos de tu boca.
Y te llevas a pasear a mí corazón, anhelando una vez más, besar tus labios con desesperación. Mientras que con el puñal, escribo en mi pecho, tu nombre entero.
"Hashtag" #¡Es el vicio con el que me mato! #¡Es por él que me muero!
Recordarte en mi "estado", que no te has ido. Y que para siempre te he guardado, en la galería de "mis favoritos".
Extraño saborear el éxtasis, de tus impulsos más primitivos. Extraño esas noches de lujuria y esas tardes de café.
Aniquilar un paquete de cigarrillos, antes de que los nervios me devoren a mí primero. Porque si estabas ahí, se sacudía mi mundo entero. Porque si estabas ahí, te "estalkeaba" con mi cuerpo. Y nos "recomendabamos" a besos.
Y al terminar cansados, por las "visitas" que le hacíamos a nuestro lecho.
Nos abrazabamos con romanticismo viejo, y nos mirábamos, como amantes nuevos. En esos tiempos virtuales, de hoy en día, dónde nunca sabes, quien te "recomendará" una buena dosis de amor verdadero.