Seguidores

martes, 4 de agosto de 2020

Odiando

"La venganza es dulce, mata el alma y la envenena". Y yo que estoy muriendo en carne viva, bañado en almíbar, y con la conciencia más extasiada que nunca. Quemando la última neurona, revolviendo con pala en mano, la mierda pasada. 
Odiando con el pecho... Con la furia que se despliega de mis retinas, al verlos pasar con tanta impunidad. 
¡Nada puede ser peor... Hundido ya estoy!
Ya no tengo perdón, ni volveré a perdonar.
Lo lamento por mis seres queridos. Pero este dolor que quema por dentro, ya no tiene frenos. Y me estoy consumiendo con mi negatividad, como para cambiar de polo en este punto.
Odiando... Simplemente quiero morir odiando. 
¡Ya no tengo salvación!

domingo, 2 de agosto de 2020

Mea culpa

¿Será qué mi frustración es a causa de mi idiotez, por no "querer" cortar con lazos dañinos?
¡Es mi propia culpa sentirme tan odioso... Tan dolido!
Y este vacío que yace en mi interior por sentirme abandonado, cada vez que pasa el tiempo, se vuelve un abismo.
Reconozco mis fallas, mis errores y hasta mis peores demonios internos. Pero siempre supe cuando agachar la cabeza y perder el orgullo.
Después de todo ¿Quién quiere despertar y saber que está solo en esta vida desquiciada? 
Pero a veces es mejor estar solo que mal acompañado.
Y aún así, mi fuerza de voluntad es tan grande que, cada tanto, me adelantó hacía un posible futuro que no quiero vivir. Entonces vuelvo a perdonar, y me vuelvo a convencer de que todo va a mejorar. Incluso que puedo cambiar (aunque sé que no debería cambiar nada de mí si otros no están dispuesto a sacrificar algo también). A veces no existe eso de "dar para recibir o no hacer lo que no te gustan que te hagan".
¡Y esa es mi mea culpa... Engañarme un vez más!
Doy por sentando que, regresaré a las fosas, mismas que ya escalé miles de veces. Y una vez en el fondo, la peor parte de mí vencerá. La oscuridad emanada de mi alma será tóxica hasta para mí mismo. 
Pero nunca me cansaré de preguntarme, aún hundido en entre ese mar de lágrimas dolorosas y de ráfagas violentas de mi propia ira... Si al final de todo fue mi propia culpa convertirme en lo que odio ser.