Ya toque fondo varias veces, y aprendí a coexistir con la desgracia, como para darte el gusto de verme sufrir.
Seré miserable pero agusto con mi propia desdicha.
Pero no lo tengo todo, y como tampoco sé lo que quiero o lo que me falta, me dan igual las ambiciones.
Tampoco se hacía donde me dirijo ni por dónde comenzar, así que no me engaño con falsas ilusiones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario