Pero me viste con lupa y me hiciste gigante.
Te escuché hablarme tan dulcemente, y me transmitiste paz, atrapándome por completo. Entonces mis pensamientos se volvieron locos, mientras que, mis neuronas, hacían cortocircuito, y las sinapsis entraron en colisión.
Mi ser volvió a resplandecer. Ya que por mucho tiempo, permanecí encerrad en mi caja de Pandora.
Quien iba a pensar que eras el portador de la llave que, me liberaría de mi propio Alcatraz.
Y entonces me entregué por completo... Me envolví en tus brazos cálidos, y apoyé mi cabeza sobre tu pecho. Y al fin pude notar, como galopaba ese hermoso corazón. Latiendo desenfrenadamente por mí.
Resulta que tú estabas embrujado por mí, pero yo era el que había perdido la cabeza... Me desequilibraste totalmente.
Y caí rendido a tus pies porque, no me esperaba para nada, que algún día, me harías tan feliz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario