No será hoy... No será
mañana...
Yo sé que mi ojos estarán ciegos, como para volverte a ver.
Di lo que quieras…
¡Si quieres grítalo!, ¡Si quieres cállalo!
O sólo susúrralo. Que más da.
De todas maneras, mis
oídos estarán hartos y no podrán oírte.
No me quedan palabras que decir.
Ya lo he dicho todo antes, hasta el cansancio.
Y ahora no tengo intenciones de escupir ni una sola palabra más.
La indiferencia me ha
tragado por completo,
Y fue de mi agrado, ser
devorado por algo que me hizo cambiar.
De tan estúpido que fuí, me he vuelto un profesional.
Pero ya no más…
¡Pégame una bofetada en
una mejilla!
¡Pégame más fuerte en la
otra!, de todos modos, me dará igual.
Si antes me veían
llorar por ser buena persona,
¡Qué ahora me vean reír
por hacer el mal!
El tiempo que perdí
buscando una ilusión pasajera,
Por más que lo intente
recuperar se desvanecerá.
Hoy me dedicaré a
emplearlo en lo que valga la pena.
En las cosas que jamás he
mirado por ceguera.
Ya no le golpearé la
puerta de nadie, y no esperaré por nadie más.
Directamente, pasaré para no perder ninguna oportunidad.
No podrán tomarme del
codo, porque no tendrán mano de la que tomar.
Mi orgullo será el
imperio que será difícil de derrumbar.
Será mi fortaleza y mi
torre fuerte,
¡El último bastión de mi esperanza!
Qué ni el huracán frío ni el temblor ardiente podrán arrasar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario