Juguemos
a este juego de a dos,
Mientras
mi cuerpo acaricia al tuyo con desesperación,
Debajo
de la clara intención, de las sabanas ardientes.
Olvidemos por un instante al tiempo,
Y
hagamos que lo nuestro dure eternamente.
Avivemos
ese fuego, que en el día se ocultó,
Para
hacerse notar con su esplendor al anochecer.
Cubramonos por completo en llamas de pasión,
Y llenémonos la cabeza, de deseos y locuras.
Naveguemos
por las aguas turbias que produce el corazón,
Cada
vez que te acercas hacia mí, en medio de la penumbra.
Acerquémonos más y más, olvidándonos de cualquier peligro,
Mientras
paralizas tu cuerpo, y lo dejas que se abrace con el mío.
Rompamos
con las puertas de la incertidumbre y de la indecisión,
Para
poner el propuesto plan en marcha.
Si
realmente lo estás deseando como yo...
Si estás queriendo, más que a nada, amar como yo...
Dejemos
que pase lo que tenga que pasar,
Y
que Dios quiera, y permita a una hermosa creación.
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