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jueves, 17 de marzo de 2016

Debemos continuar

No te calles, no te enjaules,
No te oprimas, no te rindas.
Nadie más que vos tiene el poder para alcanzar el éxito, si a lograrlo te determinás.
No hace falta una enorme mansión para reposar a un delicado corazón.
La morada por excelencia, es aquel hogar donde yace el verdadero amor.
Debes entender que jamás hallarás el horizonte, sin pies, que en el camino se mantengan firmes.
Que sólo cruzan la meta aquellos, que aún en medio de la tormenta no se rinden.
No te hundas en tu propio barco porque en el camino te hayas equivocado.
Somos seres humanos, todos por igual.
Y nosotros mismos nos fallamos, como le podemos fallar a los demás.
Somos criaturas perfectas a nuestra manera, con nuestras propias imperfecciones.
Y solo un guerrero que no deja de pelear, aprende de todos sus tropezones.
No te creas menos que alguien más, un inútil por no saber despejar la “x” de la ecuación.
No es un CI de 120, el que nos lleva a la gloria.
El poder verdadero proviene de la determinación.
Si te caes te levantas, y aunque parezca imposible, lo intentás igual.
Volvé a levantarte si tropezás, puesto que sólo gana el que persevera.
Que nadie te impida luchar, y que nadie te diga lo que podés lograr.
No permitas que declaren sobre tu vida.
Jamás nadie sabrá hasta dónde vas a llegar.
Solamente vos te conocés verdaderamente,
Y sabés lo que desea tu corazón.
Vos mismo conocés tus más profundos miedos, tus más ocultos secretos, tus momentos más felices y los más tristes.
Cada pensamiento profundo te pertenece, inclusive hasta la más absurda decisión.
Que nadie te corte las alas, y que nadie te entorpezca el camino.
Que nadie sueñe por vos, y viví para ser tu propio testigo. Aquel observador que atestigüe tu andar.
El mismo que recoja los frutos de tu sacrificio.
De los golpes vas a aprender.
Y vas a ser feliz cuando encontrés tú propio camino, sólo para vivir al máximo, cada día y cada instante, como si fuesen los últimos.
Aunque el camino se encuentre repleto de escombros, recordá que cada tormenta es pasajera, y que después de la lluvia sale el sol.
Así como la luna y todas las estrella iluminan el planeta, vos brillas con explendor.
Y sin darte cuenta, alguien te está contemplando, soñando con ser tan bueno como vos.
Mientras no lo vez, te siguen observando.
Somos ejemplo a seguir, y guías que marcaremos, en algún momento de nuestras vidas, el camino de alguien más.
Podemos lograr tantas cosas, para dar esperanza donde ya no la hay.
No hay que rendirse, y cueste lo que cueste, debemos continuar cada vez más.
A pesar de que cuando te equivoqués, no te van dejen de señalar con el dedo. Recordá que hagas lo que hagas, para bien o para mal, las personas no dejarán de juzgar.
Sólo los fuertes recorrerán cada trecho del camino. Y sé que, en una simple lágrima, viajarán con ella, un sin fin de lamentos y estragos. Sé que en tu mirada se reflejarán los más crueles y hermosos recuerdos.
En tu alma llevarás un equipaje repleto de innumerables ilusiones y decepciones. Pero en tu corazón, guardarás los resultados, de poner en práctica tus mejores intenciones.
Cuándo llegás con sudor y sacrificio, desde abajo hasta la cima, más rica se volverá tu victoria.
Así que, no te detengas. Como sea debemos continuar, y grita con todas tus fuerzas:
¡Yo tengo la certeza, sé que lo voy a lograr!

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