Quise darte mi vida...
La sostenía entre mis brazos, para entregártela como voto de amor verdadero, pero la perdí en el instante en que la música llegó a mis oidos. Enloquecí y la puse como ofrenda sin cuestionarmelo.
Entonces me di cuenta, de que mi amor por ti nunca fue sincero. Que mi corazón siempre le perteneció a ella, y que lo nuestro no tendría ningún tipo de consuelo.
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