Tanto tiempo motivado por la perseverancia, y de un momento a otro, me convencí de que ya no es necesario.
Paralizado por mis miedos y mis fracasos, me encuentro estancado y desesperando, creyendo que no tendrá ningún fin este calvario.
Esclavizado a una rutina de la que no logro escapar.
Empujado hacia el círculo vicioso, sin ningún cambio que me haga entusiasmar.
Hasta las carcajadas desaparecieron, y ya no me preocupo en lo más mínimo por lo que se pueda llegar a colgelar.
Perdí mi fuerza de voluntad, en medio de un mundo
Que sólo me recuerda a diario que todo está muy mal.
Y tengo que seguir adelante porque aún permanezco firme, y no me atrevo a tirar la toalla sin pelear una vez más.
¡Un náufrago con brújula a la deriva está más orientado que yo! Y aunque el barco se me haya hundido un poco, nunca deje de remar en mis adversidades, sólo que por primera vez, no se para que lado voy!
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