Seguidores

martes, 4 de mayo de 2021

Producto de mi mente

No sabía nada del amor hasta que te conocí.
Y tanto te quise, que me volví antropólogo para comprender como llegamos hasta aquí.
Tan opuestos culturalmente...tan diferentes el uno con el otro,
Pero no me cabían dudas de que fuiste echo para mí.
Me enamoré más allá de las trivialidades, de las grandes diferencias que existían entre nosotros.
Y a pesar de no comprender ni una palabra en un principio,
La tecnología hizo de intérprete y de puente entre territorios lejanos.
Ni Dios ni la religión detuvieron nuestros corazones puestos en marcha.
¡Ni la etnia, ni las clases sociales, ni nada!
Siempre tuve respeto por el prójimo, pero vos hiciste que mi cosmovisión cambiara.
Todo es subjetivo, y nada cien por ciento verdadero.
Pero puedo jurarte que mi amor por vos es sincero y eterno.
Aunque sea de día y de noche, verano e invierno en simultáneo.
La banda horaria no fué más que otro obstáculo superado.
Y claro que tuve miedo de perderte, de que un día  desaparecieras, y no poder saber nada más de vos.
Pero ambos habíamos llegado bien lejos, así que viajamos... Vos en avión y yo en tren, y a medio camino nos encontramos.
Hablamos como si no nos hubiéramos conocido nunca.
Nos miramos como si estuviéramos viendo oro.
Nos tocamos, nos acariciamos y los besamos sin tiempo.
Y como prometimos, nos hicimos cientos de fotos.
Fue cayendo el día y asomándose la noche..
Al dormir juntos, en la misma habitación y en la misma cama, se entrelazaron nuestros cuerpos. 
Del dicho al echo no fue tan largo el trecho,
Porque nos despedazamos sin saber cómo lo habíamos echo.
Recuerdo haber fumado, todo sudado y agitado.
Nuestros cuerpos desnudos, a medio cubrir en medio de la penumbra.
Y recuerdo mirarte tan resplandeciente, para luego abrazarte.
Esperando a que nuestra agitación sucumba.
Hasta que no pudimos más, y vencidos por el cansancio nos vimos dormir mutuamente.
Sólo para despertar y notar que no estabas al día siguiente...
Que todo había sido un cruel sueño... Y que siempre fuiste tan solo un producto de mi mente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario