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sábado, 30 de octubre de 2021

Nadie más que vos mismo

No es una cuestión de valentía, más bien es una cuestión de sinceridad con uno mismo.
No sirve de mucho mentirse cínicamente, para encajar en un sitio al que no pertenecemos. 
¿Para que estar acompañado de alguien si sabés muy bien que no es lo que desea esa persona?
¿No sería una tortura estar en frente de ella, sabiendo que la querés mucho, pero que dicha no te corresponderá?
A solas, se puede sufrir de muchas maneras, pero en la soledad, también podés crecer de semejante manera, si tan sólo lográs observar con claridad, la otra cara de la desolación... De tus propios miedos... De tus angustias y tus demonios internos... Bien adentro.
Así como recurrimos al autoboicot, también podemos apostar a la autoreflexión, encaminarnos hacía la sanidad mental, considerar perdonarnos a nosotros mismos y a los demás, y que logremos convencernos de que nunca es tarde para volver a empezar.
Es creer en nuestras fortalezas y afrontar nuestras debilidades... cuestión de fuerza de voluntad... Es quererse a uno mismo, aunque en ese momento no veamos nada de luz, y creamos que no merezcamos nada más.
El alma puede estar echa añicos, pero son tan altas las estadísticas, cómo para declarar algo que no sabemos si en verdad va a pasar. Más vale apostarlo todo, cuando crees que todo está perdido, al fin y al cabo ¿Que más se puede perder?
¡Nunca hay que dejar de intentar! 
Somos responsables de nuestras desiciones, y si te hundís, que no sea por lo que piensen los demás de vos ... ¡Y si te hundís por tu propia cuenta, ya sabés que es tu elección!
Pero también podés tener en cuenta estar mejor. No por que te lo diga yo, te lo digan otros o te lo creas, que es más peligroso. ¡Si no porque merecemos estar mejor, y vos también merecés estar mejor!
Nadie debería sentirse sólo, cuando queda tanto camino para recorrer... Que el trayecto no sea tan doloroso, si sabés que podés elegir intentar ponerle fin.
Y que alcances la auténtica plenitud, estando con o sin compañía, porque nadie más que vos mismo, decide que tan feliz podés ser.

Verso XL

No cuestiones mis fracasos, si no vas a ponerle el pecho a la situación ni a cargar con el peso de una conciencia tranquila, mientras intentas continuar a flote, en medio de la desolación. De los errores se aprende dicen, pero existen diferentes métodos con resultados variados. Y nunca sabrás cuál de todos ellos es el que te va a marcar.
No te atrevas a pensar que sólo tú lo sientes.
No eres único y no estás solo.
Di lo que quieras... se que estás herido, y no te importará lastimar a todos por igual, con tal de librarte de tu amargura y frustración. Métete con mis debilidades y crítica mis errores.
Pero recuerda que lo que sientes tú alguna vez lo sentí yo. Y lo que aún no, ten por seguro que llegará... Sólo es cuestión de tiempo. 

Verso XXXIX

Lo que aún no llega, tarde o temprano llegará.
Inevitable es la muerte, posible triunfar, difícil la lucha y fácil soñar. Pero no es imposible lograrlo. Vale la pena intentar.

verso XXXVIII

Intenté convertirme en el monstruo que todos consideraban que era. Me inventé los motivos reales, para volverme en dicho demonio en verdad.
A ciegas, anduve entre los avismos de mis pecados mentales, por creer en esas mismas palabras.
Por aceptar lo que pensaban de mí, me olvidé de mis propios principios, aproximándome a lo que jamás creí ser.
Bien o mal, correcto o incorrecto, moral o no...
Estuve jugando al tira y afloje, con la cuerda que me condenaría a la culpa.
Odiando todo de mí por sentir odio hacía los demás, y señalando a muchos por seguir mis convicciones.
Pero no siempre tuve la razón, y más de una veces, fuí yo quien se provocó el daño.
La puerta de escape siempre estuve frente a mí, sin candados ni trabas. Sólo era yo mismo, obligandome a pagar el precio, por no saberme perdonar y por no perdonar a los demás.
Dejar de envenenarse, luego de estar consumido por el resentimiento, no es fácil cuando ya has tirado la toalla, y prefieres ahogarte en un mar de rabia, aún sabiendo que sólo a tí mismo te haces mal.
No es sencillo liberarte de los demonios que te vociferan.
No es fácil... Pero nunca es tarde para volver a comenzar.
Y ser quien auténticamente eres, sin la aceptación de los demás. Y podrás caminar entre los recuerdos más dolorosos de tu mente, sin que te perturben ni te quiten la paz.

miércoles, 13 de octubre de 2021

No te atrevas a frenar jamás

No es fácil cargar con las penas de uno mismo, mucho menos, lidear con el dolor de alguien más.
Pero hacemos lo imposible por quienes amamos,
Aunque la situación parezca difícil de soportar.
Das lo que recibes dicen por ahí, y cuando ya no tienes más que ofrecer, te las arreglas para continuar.
Y yo creo que tarde o temprano, quienes se lo merecen, 
Reciben el doble de felicidad que pudieron dar.
Eres una auténtica guerrera, una genuina mamá...
Una esposa gladiadora, que no deja de luchar.
¡MUJER con todas las letras, en busca de la paz familiar,
Siendo capaz de todo para no verlos mal!
Y en medio de la tormenta, no se atreve a llorar, 
Ya que no quiere demostrar debilidad emocional. 
Manteniéndose firme por los demás, despreocupada de sí misma, cuando la adversidad no quiere pasar.
Si supieras que no está mal desahogarse en un mar de lágrimas, cuando se lo amerita en verdad.
Todo el derecho del mundo tienes, de sufrir tus dolores, sin tener que guardarlos en la oscuridad de la soledad.
Pero vas a continuar, y se que la miseria se retirará.
¡Y mientras avances a los tropezones, espero que unas buenas muletas, siempre te acompañen!
Y que en medio de la crisis, nada perturbe tu pensamiento iluminador. 
¡Culpa no tienes de nada, y lo que hiciste hasta entonces, es la prueba de las acciones bien intencionadas!
Eres la luz para tu hija, y el sendero para tu compañero de guerra. Y tienes muchas virtudes para alejar las piedras molestas, que te querían estorbar.
No me cabe duda alguna, vas a ganar cueste lo que te cueste. Porque confío en vos hasta el final. No importa si caes, porque te vas a volver a levantar. Simplemente por eso, y mucho más eres digna de admirar.
¡No te atrevas a frenar jamás!