Seguidores

jueves, 31 de agosto de 2023

Sin ti mi vida no tiene sentido

Tal vez no tenga una montaña de oro para obsequiarte, pero si un corazón noble, dispuesto a arrancarmelo para entregártelo.
La vida es demasiado corta, y el tiempo se esfuma como humo, pero cuando me entierro en tu mirada, las horas se congelan. Y a veces creo, que un instante contigo dura una eternidad, de la cual no quiero escapar.
No creí volverme a enamorar, mucho menos creer que alguien me supiera valorar. Y es por eso que mi vida está tus manos. Porque lograste comprenderme y perderte en mis laberintos mentales. A tal punto, de hayarme en medio e la oscuridad, tomarme de la mano, y liberarme de mi propio Alcatraz.
Eres mi luz y mi esperanza... Mi media naranja que hace tanto tiempo andaba buscando... la última pieza que le da sentido a mi vida y que me completa.
Hay veces en las que creo que estoy soñando y que todo simplemente es una fantasía mía. Pero despierto a tu lado abrazado y cálido. Y por fin vuelvo a respirar. Y mi alma regrea a mi cuerpo. Mi sonrisa se vuelve a dibujar. Y si verte nuevamente, sigo perdido en tu mirada. Tan embrujado por tus encantos, enamorado de tu manera de ser e impresionado por tu ser pensante. No hay nada que por vos no haría. Le vendería mi alma al mismísimo diablo, por permitir que nunca te escapes de mis brazos. Eternamente tuyo si mi lo permites. Y prometo llevarte hasta donde mis pies me permiten recorrer, con tal de regalarte el mundo entero. Vida mía nunca me faltes, que sin tí me quedo sin aire. Sin ti se derrumba mi universo. Prometo nunca olvidarte si tú me cuidas con tu bondad y cariño inmenso. Y algún día sabrás que por ti también daría mi vida, ya que sin ti, la mía ya no tendría sentido. 

domingo, 27 de agosto de 2023

Cuando menos lo esperen

En carne viva, desangrandome hasta la última gota, de lo que queda de mi ser. Mi alma quedó vacía y gélida. Con un sombría expresión en el rostro. A punto de volverme oscuridad total. Mi ausencia será notada cuando menos se lo esperen. Y para ese entonces sere polvo. 
Pero aún así no me doy por vencido. Daré media vuelta y me arrastraré para volverme a armar en mi totalidad, buscando cada pieza del rompecabezas. Y cuando esté completo, será mi nuevo resurgimiento, y el olvido total para otros. Aprenderé a no estar donde no me esperan ni me llaman. Y de la misma forma, no me encontrarán cuando me busquen. Porque seré alguien más, dispuesto a dar con el puñal por la espalda cuando menos se lo esperen. 


sábado, 12 de agosto de 2023

Otra mirada

Cuando apoyó su mano sobre mi pecho, logró llegar a mi interior. Tan hondo llegó que, sentí palpar mi alma, cuando alcanzó lo más profundo de mi ser. 
Nunca había sentido algo así... ese cosquilleo hermoso y placentero dentro de mí, que me estremeció por completo.
Y de golpe  pude percibir su presencia, sintiendo todo, sabiéndolo todo.
Y ese cosquilleo hermoso, de pronto, pasó a saber a un amargo intenso.
Me sentí tan desprotegido, tan desamparado... Porque mi vida entera era un libro abierto, y en carne propia. Sin vendas, sin mentiras, sin nada que ocultar. 
Pero al mismo tiempo, me sentí tan comprendido. Puesto que estaba en mis zapatos, pasando por todo mi recorrido, soportando todas las tormentas, levantándose de las caídas, saliendo de los pozos, esclavo de mi mente y de mi pesar. 
Y ese cosquilleo, ya no era amargo, era fresco. Cómo si la culpa y el perdón, pudieran saber a algo. Y al final del día, decir la verdad, te libera de las toneladas cargadas por demás, aliviado exponencialmente, el alma. Solamente que ni tuve que decir ni una palabra. Todo estaba ahí a su voluntad. 
Me dejé fusionar. Me dejé llevar.
Deje que fuéramos uno, viajando por los confines de mis memorias. Y al llegar al final de todo el camino, logré sanar.
Porque fue más que empatía, fue más que comprensión y tolerancia. Fue lo que nadie podría hacer echo jamás con nadie. Otra mirada dentro de mí, fuera de la mía. Y por tal motivo comprendí cual era la solución para tanto dolor.

sábado, 5 de agosto de 2023

Confiar en mí mismo

Todavía vengo cargando con todo ese plomo dentro de mi pecho, aferrado a mi alma tan cansada.
Arrastrando todo el pesar sobre mis hombros, soportando cada golpe despiadado. Incluso aquellos que son insoportables, porque nunca los vez venir.
Me siento tan desilucionado, y no comprendo como todavía sigo andando, manteniéndome en pies. 
Hace tiempo que camino descalzo, sangrando, luego de haber desgastado las suelas de mis zapatos.
Y si miro hacia atrás, puedo ver todo aquel dolor que dejé en el tiempo, pero que se mantuvo latente, enganchado a mis últimos pensamientos destructivos.
Pero nunca dejaré de creer en mí. En mi capacidad de superación, en mi tenacidad para soportarlo todo, en mi fuerza de voluntad para conservar esa chispa encendida, en medio de toda la obscuridad abrumadora. Hasta que no pierda hasta la última gota de lo que quede de mí, no me daré por vencido. Ni aún, cuando esté en el fondo de la fosa, solo y  desamparado. En la última persona que dejaré de confiar seré en mí mismo.