Seguidores

martes, 29 de octubre de 2024

El tiempo

A veces, el tiempo de uno, es como un juguete en manos de niños caprichosos, ya que pretenderán juegar con con él, según les parezca.
A menudo, viene impregnado con egoísmo. Porque van a intentar sobreponer los tiempos propios sobre los tuyos. Todo es cuestión de prioridades. Y la verdad no está mal.
Lo dañino sería quedarse dónde uno sabe que, el tiempo que pierde en lugares incorrectos, no lo va a recuperar más. 
Te van a decir cuando, a qué hora, que día, en qué momento es el indicado... Según el que crean conveniente. Sin ser recíproco en muchas ocasiones.
Uno cree que todo es recíproco. Pero la realidad es que a veces uno da más de lo que recibe. Pero cuando se trata de comodidad, las verdaderas intenciones salen a la luz.
Pero es culpa de uno, el adaptarse y amoldarse a los tiempos de otros, cuando sabe perfectamente, que al revés nunca va a pasar. 
Es mejor irse, a que ver cómo el reloj de arena llega a su final. 
Lo correcto sería que tú tiempo valga oro. Y si para otros no lo vale. Pues que el tuyo lo sea a como de lugar, y cortar con todo lo demás. 
Uno aprende a valorar lo que tienen cuando lo pierde. Uno debe perderse para salvarse. Uno debe soltar.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario