Modo Hard-core

Bienaventurade, la persona que sea capaz de ser feliz en la nueva era... ¡la que se caga en el respeto por el otre!, ¡La que no le importa si vives o mueres!
No estás equivocade al sentir ira, dolor o miedo, en este sistema detextable, donde los zánganos viven del sacrificio de les obreros, manteniendo una colmena nefacta... sosteniendo una gerarquía gobernada, por el juego repulsivo de las lacras.
Es la manera estupida, de mantener un pensamiento retrogrado, facho y clasista... Es la consciencia práctica, revestida de cosificación, armada por precuicios, odio y censura.
Y en mi modo hard-core, vengo a gritar al viento, mis pensamientos hambirentos, para que lleguen a oídos de quienes ya no soporten quedarse quietos.
Todes los gladiadores, con el deseo más profundo de proyectar, todos los motivos para alzar el puño bien alto, y marchar por lo justo.
Y desnaturalizando al machismo que no entiende nada sobre la igualdad, sobre el respeto y los derechos que tiene cada uno.
Estoy dinamitando mi mente, preparando los explosivos, que voy a detonar cuando tus miedos me vengan a buscar.
Estoy tramando un plan maestro, convinando ovarios y testiculos, en el arma que te disparará en nombre de la libertad.
Ya no podemos quedarnos mudos, cuando el grito de auxilio, de quienes yacen invicibilizades, no se quieren escuchar. Ya no podemos permitirnos que una creencia esté por encima de todas las demás.
La descotidianización está en proceso en este momento, y ya no se detendrá...Las vidas de cada una de ellas no tienen dueño ni precio, y quien quiera abortar abortará... 
Y en estos días de tempestad, nuestra revolución será tu gatillo facil. Y aquella autoridad, con la que se autocoronaron, caerá con la fuerza de nuestre proyectil.

Mis mascotas

Fueron, son y serán mios, y yo estaré para ellos, siempre...
Tal vez nunca significaron nada para vos.
Tal vez, en tu mamera de juzgar, creías que exageraba... que hacía berrinches.
¡Pero siempre fueron mi vida! Y yo daba todo por ellos...
El amor que recibía por parte de ellos era inmenso. Y cada mimo, cada caricia, y cada mirada tierna, jamás fueron por interés. ¡Nunca les puse precio!
Así que no te metas con mis animales... con mis bebés... Porque por ellos peleo a muerte. Por ellos doy mi vida...
Y el día que me falte uno, voy a llorar como si fuera mi propia familia.

Ven

Ven... entra y atrevete a recorrer los pasillos oscuros de esta mente repleta de ironías.
Sufre... siente y vive en carne propia, el dolor que quema por dentro, cuando la verdad no perdura en el terreno de las mentiras.
No te pierdas el cortocircuito de mi Neocortaza cerebral...
Estas a punto de percibir algo que no te dará consuelo ni te dejará en paz.
Vivo en las junglas de asfaltos, tratando de quitar las máscaras de idiotas, que esconden su doble moral.
Se me erizan los pelos de la piel con tan solo oirlo... estoy más que dolido y resentido, en este mambo mio... de querer saber como hacerle para porder sentirme vivo.
Escapar de la trampa perra... que afecta a cualquiera que caiga en las garras certeras, de alguna calle salvaje.
Defender a muerte... tu propio pellejo de este juego cruel, que terminará dándote un game over cuando menos te lo esperes.

Verso XXXI

No sabes cuanto poder radica en mí. No sabes que la inocencia enmascara la fortaleza que embestirá cada vez más fuerte. No subestimes a esta energía cósmica, que brota desde el aprendizaje de cada derrota.
Soy a prueba y error... Soy cada vez mejor... mi auténtico mentor...
Soy la fuerza bruta, que recubre al estratega que refuerza mi bastión. Soy mi propia superación... mi propio salvador.

Desesperación

¿Dónde estás?
¿Será que estoy buscando mal?
La desesperación sólo me mantiene cautivo, a la espera de mi libertad.
Es que, los grilletes que logré quitar,
No desvanecen las marcas de mi alma.
Estoy atado de pies a manos, anclado a la memoria, y perdiendo la esperanza.
Y mientras pasa el tiempo, más deseo aferrarme a los brazos de la soledad.
La misma que tanto la odié por haberme enseñado a permanecer en la oscuridad.
¿Y ahora como hago para no romperme en pedazos con toda mi vida en constante fragilidad?
La desesperación fue fragmentando mi ser, perdiendo de vista mi aunténtica identidad.

Trascender

Esta tarde quiero desaparecer...
Flotar entre las nubes, y mezclarme entre los colores vivos del atardecer.
Quiero camuflarme con las canciones que siempre me trasladaron a un lugar mejor, mientras me voy olvidando del ayer.
Es hora de jugar a no querer volver a la realidad... hora de naufragar entre mis sueños diurnos.
Y mientras quito el peso de la mochila anclada a mi alma, dejo que esta vuele, para que persiga al mejor de los posibles futuros.
Ya extirpé los malos momentos de mis memorias, y desenfundé el deseo más profundo de querer alcanzar la libertad.
Quemé el último capítulo de mi pasada vida, y sin mirar hacia atrás, escapé de todo aquello que me hacia mal.
Y aunque sabiendo, que tarde o temprano, esta búrbuja, terminará reventándose; nada quitará esta sensación de trascender hacia un nuevo ser, al volver a nacer.