A veces, no deseo avanzar... no quiero planear ni proyectar nada.
Quiero permanecer quieto, yacer inerte... sin retroceder o avanzar. Sólo continuar en esta etapa larvaria, para vivir como hermitaño, descuidado y abandonado por mi mismo.
No quiero salir al exterior. Con observar a través de la ventana me alcanza.
Quiero dormir el tiempo que quiera... despertarme y saber que no tendré responsabilidades ni obligaciones.
No quiero comezar nada. Sólo divagar por las nubes y quedarme relajado, sabiendo que estoy viviendo como quiero y como puedo... Y al mismo tiempo, y paradójicamente, arrepintiéndome, de estar perdiendo el tiempo por no hacer nada para cambiar.
No es mañana cuando deberías estar haciéndolo. ¡Apresúrate antes de que raye el alba! Después será el momento en que, todo ser humano, deberá sentirse realizado por completo.
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domingo, 28 de julio de 2019
Haciendo nada

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