Es que estoy jodidademente enterrado.
Con el alma desnuda, contemplado viejas cicatrices...
Preguntándome, cómo es que sanará la herida vigente.
No es que no quiera a nadie cerca.
La soledad está vez es diferente, y pensándolo bien, no quiero volver a dañar a nadie más.
Y yo que me creía que era de acero, que era compañero del cemento.
¡Pero está vez, la caída sí que dolió!
Me tomó por sorpresa.
Y en la cuerda floja camino, pensando si es necesario seguir en equilibrio.
Pensando y pensando, mientras fumo sin filtros... Mientras la vida me pasa por el frente para recordarme lo que ya no está.
Cuánto mal causado... Cuando dolor acumulado.
Entiendo porque está vez soy yo quien debe pagar.
Que el perdón no me deje de visitar. Que aquí lo estoy esperando para poder volver a andar.
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