Seguidores

martes, 26 de diciembre de 2023

La chispa que no se apagó

Hace falta más que, un par de agujeros en mi bote, para los lograr hundirme definitivamente.
Aprendí a naufragar, convencido, de que cada tapón que utilicé, aguantaría la furia de los siete mares.
Moldié mi fe, en forma de velas, soplando con mi propio alimento. Y con todo mi cuerpo, incluyendo cada una de mis arterías, adheridas a la nave, entregando mi carne, mi fuerza de voluntad y una tenacidad desmedida, para lograr remar.
Calibré mi alma, para poder utilizarla de brújula, y conecté mi corazón al timón del barco, para ser el capitán que no salte jamás de la borda.
Y con mi mente, trazada como mapa, guiandome hacía la X, en el fin del mundo. Llegue más lejos de lo que algún día creí.
Y aún permanezco a flote, a través del paso de los años, en aguas turbias y despiadadas. Liberando al Kraken que llevo dentro, para defenderme de los monstruos, que insisten en atentar contra mi Olimpo.
Intentaron por mucho tiempo, alcanzarme, sólo para herir a mi ego. Pero no lograron atravesar las murallas de mi bastión. Pueden quitarme los brazos con los que remo si quieren, que continuaré con los pies cueste lo que cueste. 
Y aunque tapen el sol, para hacerme perder la esperanza, iluminaré el camino con lo que queda de mí, esa chispa que jamás nadie apagó.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario