Seguidores

viernes, 24 de enero de 2014

¿Sabes qué es irónico?

¿Sabes qué es irónico?
¡Sí! Tú sí que sabes a que ironía me refiero.
Te aferras tanto a ese amor.
Realmente quieres creer que es verdadero y que existe, pero no es así.
No logras darte cuenta que lo que sientes no es amor, y que ese imposible te está consumiendo por dentro.
Estás sobre amando a alguien que ni siquiera te quiere a su lado.
Te has endulzado con esa mentira para no amargarte con la verdad.
Has proyectado una vida eterna y feliz, un cuento de hadas y de princesas.
Juras proteger a ese diamante más que a tu propia vida.
Y lo pones en primer lugar cuando tu estás por debajo del cobre y de la plata, por más que sepas que para él no vales nada.
Te aferras a tus sueños, imaginado que se encuentran juntos en una cama, compartiendo la misma vida.
Y al despertar, crees que eres feliz y afortunado, cuando te pones a fantasear creyendo que él hizo lo mismo contigo.
Aún sabiendo la falsedad de sus palabras, las crees como si fuesen ciertas.
Aún sabiendo que sus ojos te traicionan, y que su mirada lo delata, te dejas hipnotizar sin basilar.
Te ha dicho cosas tan hirientes como para partirte el corazón.
Pero no hay nada más fuerte que el amor que sientes por él.
Lo tratas justamente y como se lo merece luego de una infidelidad.
Tú si sabes cómo poner la ley y el orden en primer lugar.
Pues pagas con perdón y convicción cada traición que recibes sin siquiera pensartelo dos veces.
Crees sus mentirosas palabras aún sabiendo que no las cumplirá y que volverá a fallar.
¿Qué clase de amor es ese?
Es un amor tan extraño como el de Dios, quien mando a morir a su hijo inocente para salvar a todos los culpables.
Estás tan ciego que ya no sabes qué camino tomar.
A pesar de que lo amas más que a nada en el mundo ya te has cansado de llorar.
Quieres ser feliz de una vez por todas y olvidarte de tanto dolor.
Quieres empezar de nuevo de cero, pero una atadura no te deja soltarlo.
Después de haber sufrido ese dolor ya no crees en el amor.
Al cansarte de probar de esa manzana dices que nunca fue tu verdadero amor, ya cuando has escupido todas sus semillas, y aún así juras no volver a amarlo.
El tiempo te muestra lo que no quieres ver, y te hace creer que ya no tienes heridas.
Te atreves a continuar y dar tu primer acto de fe.
Se te abren nuevas puertas pero en todas ellas aún lo sigues viendo a él.
El corazón remueve las cenizas y tu mente aviva las cenizas del pasado podrido, volviéndolo una cruel llamarada, que te terminará quemando.
Tu vida siempre fue irónica.
Te permitiste engañarte a ti mismo, creerte una enorme mentira.
Debiste abrir tus ojos más que tu corazón, y usar más la cabeza antes de decirte a ti mismo "Aún lo amo como ayer", y caer en la misma trampa como por milésima vez.
¿Sabes qué es irónico? 
¡Si! Tú lo sabes perfectamente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario