Inspirador para presenciar, y perfecto para olvidarse de todo. Ideal para dejar de lado, por un instante, al resto
del mundo, sin miedo a tener que perder nada, sin apuros
por conseguir algo más.
¡Sólo importa ver como el sol se va!
Es postrarse en la presencia de lo magnifico, en lo que
se destaca en el paisaje. Es mostrarle al cielo que hay quienes saben
valorar, quienes aprenden de la gratitud, y se
empeñan en expresarla.
El tiempo se detiene en el atardecer, porque
sabe que algo está a punto de culminar. Un ciclo se cierra para abrir otro nuevo, y lo demuestra con ardor, con colores vivos, llamando la atención.
Rojo de pasión y amarillo de potestad.
Naranja, es el símbolo que representa la unión
de ambos. La creación del sacrificio genuino soportado
por amor.
Es una explosión majestuosa que destella el
sacrificio que el sol dejó.
Desde un principio, aparece obediente, y hasta el final
de su carrera llega, sin faltar.
Jamás se demoró, pues su puntualidad
demuestra suma lealtad. Demuestra que él es de fiar, y que nunca
puede fallar.
De ninguna manera, él puede mentir, ya en su forma
de ser no existe tal falsedad.
Con poder, ilumina a todos en la cima, demuestrando total autoridad.
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