Siempre te creiste más fuerte...
Siempre te empeñaste en subestimarme.
Te olvidaste de lo memorioso que era, de la caja de Pandora, oculta en lo más profundo de mi mente.
¡Nunca dije que fuera indestructible ni omnipotente!
Tengo por seguro, que perderé algunos dientes, en el intento de destruirte para siempre.
Y si clavas la daga filosa por mi espalda, en un intento desesperado por detenerme. Me aseguraré de que tengamos la misma suerte... de verte a los ojos, cuando venga por nosotros, la muerte.
No es mañana cuando deberías estar haciéndolo. ¡Apresúrate antes de que raye el alba! Después será el momento en que, todo ser humano, deberá sentirse realizado por completo.
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domingo, 26 de mayo de 2019
Verso XXX

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