Seguidores

domingo, 5 de junio de 2022

Verso XLVIII

En el laberinto mental de mi propio alcatraz.. estuve buscando un rayo de luz en medio de la oscuridad.
Una señal que me indicara por dónde debía caminar. 
La espera se me hizo eterna para tan poca vida que resta.
Esperando algo que se que ahora mismo no va a llegar.
Me cansé de soñar estando moribundo, de depositar mi vida en manos de alguien más.
Esa pequeña chispa en mi se está por apagar. Y antes de que ocurra, me salvo yo.
No voy a permanecer en esa desolación otra vez. antes de que se extinga voy a marchar bien lejos, aunque no se sepa hacía dónde ir. Está cárcel me la creé yo. Y yo mismo me voy a escapar esta noche. Creí necesitar que me liberaran. Pero las llaves siempre las tuve yo. Estaba confundido, ciego y perdido.
Sin mirar hacia atrás, dejaré todo lo que cargué sobre mis hombros. Es hora de volar más allá de los límites que me impuse. Estoy convencido que no necesito volver a decepcionarme. Está vez no me van a ver fracasar, ni verán más. 


jueves, 5 de mayo de 2022

Verso XLVII

Intenté llegar a tu vida, pero no me viste venir.
Nos cruzamos con las miradas, pero no tenías esa luz que alguna vez percibí.
¿Será qué esperé demaciado de vos como para pensar que iba a ser recíproco?
Y me fuí lentamente mirando hacia el frente, sin bajar la mirada.
No me decepcioné, porque ya me lo venía venir.
Ya estaba preparado para esto. 
Y no me da miedo regresar a los brazos de la soledad.
Después de todo, ahí aprendí a quererme.
A sanar las heridas con mi propia superación.
Dónde alguien ve basura, recuerda que será oro para alguien más.
Y no es que depende de alguien más para brillar.
No soy la mitad de nadie ni la pieza faltante de un corazón roto. 
No soy la luz para nadie ni ejemplo a seguir. Pero al menos soy sincero en lo que te ofrezco. 
Prefiero perderme en mi locura a qué vivir en el manicomio de alguien más.
Prefiero seguir de largo, con una lágrima que se me escape por pecar de estúpido a qué, llorar por no alcanzar jamás a alguien que está a mí lado, pero que no me dejará acercarme más.


miércoles, 4 de mayo de 2022

Verso XLVI

Si pudiera tocar el fondo de tu ser, para extirpar tus complejos. Si pudiera demostrarte que no hay nada malo contigo, como para permanecer anclado a ellos. Que mereces más que esas cadenas con las que te atas. Que vales más que lo que te dijeron o te hicieron creer. 
Pero no me dejas paser, y como el espíritu Santo estoy, en la espera, detrás de la puerta. 

martes, 3 de mayo de 2022

Verso XLV (elegir)

Si no vas a apostar a tu propia felicidad, entonces no juegues con mi tiempo. Si no quieres que te valoren como persona, entonces no busques en mí, algo más que no sea un alma desnuda, que revela su esencia, sin nada que ocultarte.
No soy la brújula de tus pasatiempos ni la guía de tus fantasias. Si tienes miedo, perderás una oportunidad más. Porque tiempo hay de sobra, pero soy yo quien no está para perderlo. Hoy estoy, pero mañana tal vez no. Tus miedos te detienen y le ponen frenos a tu ilusión. Tu inseguridad te manipula, tu incertidumbre te mantiene estancado. Y cuando quieras dar el paso decisivo, ya vas a estar tan enterrado que, ya me habré alejado lo suficiente, como para no engañarme una vez más. Porque ya corte mis alas hace tiempo, pero nunca deje de soñar con volar. Y no volveré a ser prisionero nunca más por nadie, ni a perder mis esperanzas por alguien que yace en total oscuridad por mere voluntad. 
Tira la última moneda por los aires, y yo te felicitaré la elección, de tener que quedarme o partir. 
Elige que prefieres perder... Tus miedos o una posibilidad de entre miles, de poder ser felíz. 

sábado, 23 de abril de 2022

Hasta el final

Caminado por la delgada línea, en la que vengo oscilando, entre tenerle miedo a caminar por la cuerda, afrontando la realidad que no quiero ver o caer desde las alturas, a ese abismo oscuro y desolado, que puede que ya conozcas tan bien como yo. Saber que soy quien tiene que elegir, entre preferir estar bien o hacer que todo sea un sacrificio constante. Volverme un renegado de la vida.
Y no poder escapar de las telarañas de tus peores miedos, que se manifiestan, cuando menos te lo esperas. Atacando sin compasión; como una daga, en dónde más te duele.
Me siento como la mierda, el tiempo se me acaba, y no sé cuál es la mejor desicion. 
¡Una que no me destruya de todos modos!
Pero debo seguir... Todavía no me caí.
Todavía me balanceo sobre ese hilo, y no me pienso caer.
¡A menos que se rompa la cuerda, porque yo no me pienso soltar!
Mi instinto de supervivencia me dice que hoy no me toca perder. Que hoy no me van a joder.
Porque todavía tengo varias cartas bajo la manga, y antes de perderme del todo, usaré haya el último comodín con tal de darlo todo hasta el final.

sábado, 9 de abril de 2022

Verso XLIV

Baila conmigo tan sólo por esta vez.  Déjate llevar, y acércate un poco más hacia mi piel.
Permíteme que te acaricie ese cuerpo abandonado.
 Y luego te enseño mis cicatrice, para que no te sientas tan solo, para que sepas que te logro entender. 
Deja desnuda tu alma, y vuelve a confiar otra vez.
No te prometo nada, sólo no elijas seguir sufriendo.
Vuelve a caminar, y a recobrar la confianza en ti mismo, para volver a creer.
Sé lo que se siente volverse de acero, pero mira todo lo que pierdes, por temor a volver a caer. Destruye esas corazas protectoras, que sólo te endurecen por fuera. Ya no finjas por dentro, la fragilidad que te viene siguiendo. Porque la puedo percibir a millas. Y no quiero que seas alguien más, más que vos mismo, avanzado un peldaño más, en esta gran adversidad.


sábado, 2 de abril de 2022

Verso XLIII

No es que no sea capaz de continuar, 
Es que estoy jodidademente enterrado.
Con el alma desnuda, contemplado viejas cicatrices...
Preguntándome, cómo es que sanará la herida vigente.
No es que no quiera a nadie cerca.
La soledad está vez es diferente, y pensándolo bien, no quiero volver a dañar a nadie más.
Y yo que me creía que era de acero, que era compañero del cemento.
¡Pero está vez, la caída sí que dolió!
Me tomó por sorpresa.
Y en la cuerda floja camino, pensando si es necesario seguir en equilibrio. 
Pensando y pensando, mientras fumo sin filtros... Mientras la vida me pasa por el frente para recordarme lo que ya no está.
Cuánto mal causado... Cuando dolor acumulado.
Entiendo porque está vez soy yo quien debe pagar.
Que el perdón no me deje de visitar. Que aquí lo estoy esperando para poder volver a andar.

viernes, 18 de marzo de 2022

Verso XLII

Con mi alma desnuda sobre la balanza, contando los segundos que me quedan.
Me siento tan desprotegido...tan desolado.
Tiré sobre la mesa las cartas que me quedaban, buscando aquél comodín que me salvara.
Pero ya es demaciado tarde. La partida está por terminar.
Y como una brújula que perdió su norte, me siento tan confundido... tan desorientado.
¿Hacia dónde me dirijo, sin mis principios y sin mis convicciones? 
No hay nuevo rumbo, si el que no quiere ver, no acepta lo que mira, si niega lo que lo perturba por miedo... Mientras tanto, el miedo te devora la vida. Mientras tanto, se escapa el tiempo, y es la muerte la que te espera, con paciencia, en la otra esquina.

domingo, 6 de marzo de 2022

Mis demonios

Bailando con mis propios demonios, dentro de las paredes frágiles de mi mente de cristal. En aquella habitación desolada, que antes fueron mis masmorras. Mismas que moldearon por completo mi personalidad.
A cada paso que dimos, siempre estuvimos conviviendo juntos a la par. En una simbiosis auto-impuesta, por convicciones que nunca pude desnaturalizar.
Alimentándose como parásitos, de las cosas buenas que he vivido. Defecando sobre mis sueños, y estacando su descendencia en el fondo de mi ser... A punto de eclosionar.
Se que me están haciendo daño, pero no es posible escapar a tiempo, cuando ya estás bailando con ellos, el vals.
El vaso siempre estubo lleno, pero por culpa de las gotas que insistían en rebalsarlo constantemente. 
Me leyeron siempre la mente, y me susurraron al oído mentiras que creí ciegamente. Sin embargo, no los puedo evadir ni engañar. Por culpa de ellos, no puedo ser capaz de perdonar, no puedo ser capaz de amar.
No puedo sanar mis heridas más profundas por no lograr dejar el pasado atrás. 
Creí que eran mis corazas, mis defensas. El bastión que me construí para no volver a llorar. Porque me prometí que nadie más, jamás me iba a volver a lastimar. Pero me convertí en lo que nunca quise ser. Coexistiendo con esa parte inocente reprimida en algún rincón dentro de mí, y con una parte obscura, a la que le tengo miedo dejar salir.

sábado, 5 de marzo de 2022

Desahogando dolor

Esa enorme necesidad que tengo, de escapar de la realidad en la que vivo... No por cobarde ni por egoísmo.
Deseo trascender... ser alguien más que, un mero espectador que sufre constantemente. Y que lucha por ser empático con el dolor ajeno. Convivo con la impotencia de no poder hacer nada por nadie. Ni siquiera por mí mismo. 
Estoy dispuesto a todo, aunque se me vaya la vida en eso. En querer negar a toda costa, que la cosa es así y listo. Que cada quien tiene lo que se merece y está donde tiene que estar. Y que siempre se justificaque con la invisibilización de la verdadera miseria humana. 
Vivir para trabajar, hoy en día se volvió subxistir. Solo pocos saben lo que es vivir sin amarguras, dólares, estrés, angustias, culpas mentales... De no poder lograr nada con tanto sacrificio en años. Y saber que nos podemos morir en cualquier momento, y peor aún, ya que la vida se acorta aún más, cuando te la suerte se te acaba por la negligencia e impunidad de alguien más. Cansado de tener que seguir adelante, convenciendome de que algún día vamos a cambiar. De que vivir no sólo puede tratarse de desdicha. Pero cada vez más se siente la desesperanza, cada vez se tira la toalla, se siente la desolación, la tristeza y el dolor... El miedo de salir otra vez, la división emocional, entre volverte un monstruo, para no terminar devorado o ser lo que te dijeron que estaba bien. La realidad es que nadie hace nada por nadie. Y muchos aunque lo quisieran no podrían. Es caótico el mundo, son aterradoras las actitudes humanas ante la indiferencia, son catastróficas las consecuencias. 
Y daría lo que fuera, por sentirme vivo una vez más. Por salir a la calle y por primera vez, no tener que estar pensando en el futuro, buscando posibles soluciones a mis problemas del presente, incluso los que arrastro del pasado. Lucharia por esa revolución paradigmática, que ponga todo en su lugar. Que paguen los que tienen que pagar, que sanen los lastimados, los quebrantados y los que ya tiraron la toalla por no soportar más la situación. Vivir para que otros estén mejor, en millones de trabajos que te roban cada minuto de vida, en un mundo efemiro, que no le pertenece a nadie, porque fuimos polvo desde el comienzo de todos los tiempos. Y saber que sólo son felices aquellos pocos que no tienen ni idea de lo que es tener que cargar con la obligación de dejar de vivir solo para alimentar está rueda enferma. Porque si al menos no tuvieras ningún problema de ninguna índole, que perturba tu salud mental o que te genere miedo o dolor, entonces al menos tendría sentido sacrificar tu valioso tiempo. Hoy en día, nada dura, nada está garantizado ni es certero. No sabrás en qué momento será tu fin. Porque la impunidad anda merodeando por cada esquina y cada rincón de una sociedad corrupta, injusta, ausente, malagradecida y despiadada.

domingo, 9 de enero de 2022

Hasta pronto

A veces, aunque sabes que no es un hasta siempre, si no que un, nos vemos luego... Es tan difícil decir adiós.
Años tras años, en esta misma fase nostálgica.
Y nunca me acostumbré del todo a tener que dejar todo atrás.
Familia, amigos, mascotas, casa. Una parte de mí que jamás se borrará, aunque yo no esté presente mañana.
No lo tomo como tortura. Tal vez alguna vez sentía culpa o arrepentimiento. Pero hoy, ya no estoy dispuesto a sentirme mal por algo que todavía no cometí. Por algo que no pasó ni se si pasará.
Años, siendo fiel a mis propias convicciones. Y en estos momentos, es cuando mi mente más divaga, y se imagina cosas que no debería pensar jamás. Siempre tan compañero de una mente tan preocupada, perdida en fantasías, temores y memorias, que no estaba dispuesto a olvidar. Tantas cosas que me hacian mal, sin darme cuenta del daño que yo mismo me hacía, al divagar sin límites, pero sin poder ponerle un alto... Un stop, a vivencias ficticias, nunca contadas. Porque nunca fueron vividas.
Y hoy que me voy de nuevo, si lloro no es por tristeza ni por dolor, ni rencor, angustia o impotencia. Más bien, es porque sé que dejo algo tan valioso, y por un buen tiempo no volveré a este hermoso hogar, dónde encontraré cobijo hasta el último de mis días. 
Aún no resolví todo en mi vida. A penas, descubrí la verdad sobre mí propia miseria. Y tengo un largo camino para sanar, de lo que yo mismo me hice en lo que llevo andando. Está vez no me volveré a lastimar. Está vez, sean ustedes los que se quedan en paz con sus consciencias, porque la mía está preparada para un nuevo viaje. Y estaré dispuesto a lograrlo, porque así lo deseo, para mí propio bien, por primera vez. Y no por demostrarle algo al mundo ni a nadie. Más que sentirme vivo y felíz con lo poco o mucho que tenga, con quienes me aprecian de verdad por lo que soy. Y me gratifica saber que busco la mejor versión de mí, no para que se sientan orgullosos de eso. Si no, porque los quiero ver felices más que a nada en el mundo, así como lo estoy descubriendo ahora mismo yo. No olviden jamás que los amo con todo mi ser, y no hay nada que no haría por ustedes. 
Y con este, "Hasta pronto" les deseo lo mejor. Y estaré esperando a la próxima ocasión, para voverlos a ver.

lunes, 3 de enero de 2022

Sin retorno

Cuando más intentas sanar y rectificar tu vida, más te van a tratar de lastimar. Aún, cuando buscabas la paz mental, cuando estabas dispuesto a perdonar.
No sentir odio hacía uno mismo es muy difícil de curar, y más aún, reconocer que lo hacías, pero que lo ocultabas sin darte cuenta, odiando a los demás.
No sentirse amado por uno mismo... querido... valorado. A tal punto de querer demostrar a toda costa, algo que no es verdad. Y terminar desgarrando el corazón de tu alma gemela, los de tu sangre misma o el una gran amistad.
Para luego seguir autoflagelandote, porque sabes que no puedes cambiar... que no consigues hacerlo, y que no serás capaz.
¡Porque estamos convencidos, que el problema no es uno mismo, si no que todos los demás!
Si nos apuñalan los de afuera, es porque ya nos autoapuñalamos una infinidad de veces, para saber cómo acoplar todas las demás. ¡Las que duelen con razón!
¡Pero no hay dolor tan fuerte, como el sentirse culpable!
Desear cambiar y eso, y saber que el tiempo ya no vuelve atrás. Miedo a sentir la impotencia en carne vida de nuevo, mientras te vuelves a envenenar una vez más... Volver a fracasar... Volverla a cagar. Porque la herida aún no sana. 
Te has equivocado de nuevo o llegaste muy tarde a comprenderlo. Y ya es tarde para perdonar o pedir perdón. Y la culpa te carcomerá con mayor  voracidad.
Tus demonios se escaparán de las jaulas, alojadas en el abismo helado de tu ser (en alma, mente y cuerpo)  para autodestruirte o hacer que destruyas a alguien más.
Y te arrepentirás. A la larga lo entenderás. O tal vez no. 
Y sea en ese preciso instante, en que te vuelvas la persona, que juraste jamás ser. Entonces, ya no habrá retorno alguno.