Soy el artesano de la palabra. El arquitecto de mis versos.
Soy la llamarada de mi lápiz, que arde al no tener frenos.
Yo coloco como loco, las estrofas que compongo. Y provoco un estruendo, cuando impacto sobre un cuaderno.
Mi intelecto no es ingenuo, si de espacio me quedo corto... me expando por el tiempo... ¡Me fortalezco por el cosmos!
Te destrozo la cabeza, como al papel al que perforo. Te sacudo las ideas, como el "golpe de meteoro".
No me ofendo si no entiendes lo que te ofrezco en mis textos ¡Me conformo con que reconozcas, que al menos lo intento!
Y mi pretexto es ser honesto, en el discurso que te verso. Ya que la pasión no tiene precio cuando dan frutos tus esfuerzos.
No es mañana cuando deberías estar haciéndolo. ¡Apresúrate antes de que raye el alba! Después será el momento en que, todo ser humano, deberá sentirse realizado por completo.
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domingo, 20 de enero de 2019
El artesano de la palabra
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