Destrozame la boca sin indulgencia, hasta que pierda la cabeza, ante la necesaria urgencia, de las caricias de tus besos...
Sepárame del eje de mi ego, porque mi amor aún yace ciego, en el imperio de mi YO, y en las masmorras de mis miedos...
No es mañana cuando deberías estar haciéndolo. ¡Apresúrate antes de que raye el alba! Después será el momento en que, todo ser humano, deberá sentirse realizado por completo.
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domingo, 27 de enero de 2019
Verso XX
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